sábado, 1 de junio de 2013

Escritos y libros sobre cine III: El cine según Hitchcock, François Truffaut

Volvemos sobre Truffaut para conocer el segundo de sus libros sobre el que hablaremos por estos lares: el indispensable El cine según Hitchcock. El galo es responsable sólo de la mitad del mismo, que basa la mayoría de su contenido en una serie de entrevistas que mantiene con Alfred Hitchcok a lo largo de agosto de 1962. A partir de ese año, Truffaut continúa "el hitchbook" (como él lo llamaba) basándose en la correspondencia epistolar entre ambos y en un encuentro que mantienen en el Festival de Cannes de 1972. En el libro los dos cineastas conversan amplia y cronológicamente sobre la filmografía del londinense, comentando tanto la génesis como aspectos técnicos y anecdóticos de sus películas: desde la infancia del director, con sus primeros trabajos en el mundo del cine y su primera película como director, El jardín de la alegría (The Pleasure Garden, 1925), hasta la última, La trama (Family Plot, 1976), y sus últimos años. Al mismo tiempo, a través de sus páginas, ambos directores opinan sobre su forma de concebir el cine y la vida.


El siguiente fragmento cuenta, en parte, el porqué de que hoy en día Los pájaros (1963) siga resultando tan veraz y perturbadora, mostrando, además, lo proclive que era Hitchcock a maltratar a su reparto:
François Truffaut: Una discusión sobre Los Pájaros sería incompleta si no se hablara de la banda sonora. No hay música de fondo, pero los sonidos de los pájaros fueron trabajados como una verdadera partitura. Por ejemplo, pienso en una escena puramente sonora, como el ataque de la casa por las gaviotas.
Alfred Hitchcock: Cuando rodé la escena del ataque desde el exterior, con los personajes aterrorizados dentro de la casa, la dificultad principal con la que me enfrentaba era conseguir unas reacciones de los actores a partir de la nada, pues no teníamos todavía los ruidos de alas y los gritos de las gaviotas. Por eso pedí que me trajeran un pequeño tambor al estudio, un micrófono y un altavoz, y cada vez que los actores interpretaban su escena de angustia, los golpes del tambor les ayudaban a reaccionar.
    Luego, pedí a Bernard Herrmann que supervisara el sonido de todo el film. Cuando se oye a unos músicos, mientras componen o hacen unos arreglos, o también cuando la orquesta se prepara para tocar, suelen hacer sonidos en lugar de música. Y esto fue lo que utilizamos para toda la película. No había música.


[...]
François Truffaut: El cine según Hitchcock, capítulo 14.
Como regalo, obtenido a través del blog de Filmin (concretamente aquí), quien lo desee puede curiosear parte de estas grabaciones de 1962 y escuchar de primera mano a Alfred Hitchcock y François Truffaut (amén de la traductora Helen Scott, encargada de derribar las barreras idiomáticas):


© Acedo

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